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Con un centro histórico declarado Patrimonio de la humanidad, no sólo tiene monumentos destacados, plazas con encanto, coloridos patios y una interesante historia, sino que además cuenta con la gran acogida que ofrece la gente de esta bella ciudad y una gran oferta gastronómica.
Entre los lugares más destacados y que debes visitar sí o sí durante tu recorrido por Córdoba se encuentran:
La Mezquita-Catedral
La visita de las visitas, la obra maestra de la arquitectura hispano musulmana declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es el principal emblema de la ciudad y uno de los monumentos más visitados de España. Una obra maestra que deslumbra y sorprende al visitante al entrar y descubrir la inmensidad de esta construcción.
Está ubicada en el antiguo templo romano al dios Jano y fue re-construida y ampliada en cuatro fases distintas debido al constante crecimiento de la Córdoba de la época. Su construcción data nada más y nada menos que del año 786 y llego a ser la segunda mezquita más grande del planeta.
En 1238, tras la reconquista, pasa a manos cristianas y como era de esperar se convirtió en catedral. El resultado es una espléndida mezcla de estilos, arquitecturas y formas de pensar, un respeto y convivencia entre culturas que siempre ha caracterizado a la ciudad de Córdoba.
- Precio: 8 euros (Visita Guiada: 36 euros).
- Horario: Varia según época del año.
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El Alcázar de los Reyes Cristianos
Otro de los grandes monumentos que hay que visitar en Córdoba por su historia y por su belleza es el Alcázar de los Reyes Cristianos, mandado construir en 1328 bajo el mandato de Alfonso XI como residencia y fortaleza. Aquí vivieron más tarde los Reyes Católicos durante la campaña de Granada y fue aquí donde Cristobal Colón les pidió financiación para el viaje a las indias que acabó en el descubrimiento de América.
La fortaleza es digna de ver destacando el salón de los mosaicos, los baños árabes, la torre del homenaje y sus vistas de la ciudad antigua, y los maravillosos jardines con el sonido el agua como protagonista que hacen del lugar un remanso de paz y tranquilidad.
- Precio: 4 euros.
Medina Azahara
A cinco kilómetros de Córdoba, el califa Abderramán III erigió Madinat al-Zahra (Medina Azahara), una nueva y espléndida capital como símbolo de la grandeza de su reinado.
Un soleado día de 1069, el soberano musulmán de Sevilla, al-Mutamid, acompañado por sus cortesanos, realizó una excursión a un lugar que se hallaba situado a cinco kilómetros al oeste de Córdoba. Allí se extendía un inmenso campo de ruinas en el que las lagartijas se perdían entre muros que antaño habían cubierto estancias palaciegas.
Al-Mutamid y los suyos «treparon por las estancias altas […] Se sentaron sobre tapices primaverales cubiertos de flores […] Bebieron copas de vino y pasearon por el lugar, disfrutando, pero también reflexionando sobre la vida». El lugar se prestaba a ese tipo de meditaciones: apenas setenta años atrás se alzaba allí una ciudad rebosante de vida y de esplendor que, sin embargo, fue destruida durante las luchas que acabaron con la dinastía de los Omeyas en al-Andalus.
- Precio Visita Guiada 20€
La judería
En la parte vieja de la ciudad encontramos un laberinto de pintorescas callejuelas que pertenecieron en su día al barrio judío de la ciudad, destacando La Sinagoga, la única de Andalucía. Hoy en día, la zona está llena de comercios de souvenirs, tiendas de artesanía, joyerías y restaurantes. Un paseo por estas callejuelas, casas y plazas hace que se retroceda en el tiempo y se comprenda un poco más la historia de esta ciudad.
Pero Córdoba tiene muchas más cosas que ver en su centro histórico, como el impresionante Puente Romano sobre el río Guadalquivir, del siglo I D.C y único puente por el que se accedió a la ciudad durante 20 siglos. Al final del puente encontramos la Torre de la Calahorra, una fortaleza defensiva cuyo objetivo era defender el puente romano.
Hoy contiene el museo vivo de Al-Andalus (entrada 4,5 euros), además de tener unas buenas vistas de la ciudad. Las huellas de civilizaciones pasadas son visibles por toda la ciudad: templos y puertas romanas, murallas, baños árabes, majestuosas casas, palacios como el de Viana, conventos, iglesias, esculturas de personajes célebres y un sinfín de lugares de interés que deben ser visitados.
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